Las Droseras templadas son una de las opciones más fascinantes dentro del mundo de las plantas carnívoras. Su capacidad para resistir estaciones frías, junto con sus hojas cubiertas de mucílago pegajoso, las convierte en una especie resistente y curiosa. A lo largo del año, estas plantas pasan por distintos ciclos de crecimiento, llegando incluso a entrar en hibernación durante el invierno. Para que prosperen correctamente, es esencial proporcionarles la iluminación, el sustrato y el riego adecuados. En esta guía, te contamos todo lo que necesitas saber sobre los cuidados de las Droseras templadas, desde su cultivo hasta los secretos para mantenerlas saludables durante todo el año.


UBICACIÓN E ILUMINACIÓN:
Las Droseras templadas requieren una buena iluminación para desarrollarse correctamente. Es ideal que reciban entre 2 y 3 horas de luz solar directa al día, lo que contribuye a resaltar el característico tono rojizo de sus hojas. Para lograr este efecto, también podemos utilizar una malla de sombreo del 80% o situarlas bajo la sombra parcial de otras plantas. Durante los meses más calurosos del año (junio a agosto), evita la exposición directa al sol entre las 11:00 y las 18:00 horas para evitar quemaduras en las hojas.

TEMPERATURA:
La temperatura ideal de las Droseras templadas es de 5 ºC a 32 ºC, pero son capaces de resistir temperaturas entre -15 ºC y 40 ºC, siempre que sus raíces se mantengan frescas en los meses cálidos.


SUSTRATO:
Para garantizar una adecuada aireación y retención de humedad, se recomienda utilizar un sustrato compuesto por un 40% de turba rubia sin abonar y un 60% de materiales aireantes, como perlita. También puedes optar por un sustrato especializado para plantas carnívoras, disponible en nuestra tienda online. Consíguelo aquí. Esta combinación proporciona el entorno ideal para el desarrollo saludable de las raíces y asegura un óptimo crecimiento de la planta.

RIEGO:
El riego debe realizarse por el método de bandeja, manteniendo 1/3 de la maceta inundada de agua. Usa siempre agua con una concentración de minerales inferior a 100 ppm, como agua de lluvia, destilada o de ósmosis. Para verificar estos parámetros, puedes usar un medidor TDS (Total Dissolved Solids). Durante el invierno, reduce el riego, pero mantén el sustrato siempre húmedo.

HIBERNACIÓN:
En invierno, las Droseras templadas atraviesan un periodo de hibernación natural, durante el cual pierden su follaje por completo. Algunas especies forman un pequeño invernáculo como protección contra las bajas temperaturas, mientras que otras permanecen en reposo, limitando su actividad al sistema radicular. Con la llegada de la primavera, todas reanudan su crecimiento, desarrollando nuevas hojas.

CONSEJOS ADICIONALES:
- Evita abonarlas. Estas plantas obtienen todos los nutrientes que necesitan a través de los insectos que capturan.

- Si aparecen trampas secas, puede ser señal de que han cumplido su función natural o de que la planta está entrando en hibernación. Retíralas para mantener un aspecto limpio.

- Proporcionarle un aporte extra de humedad ambiental favorecerá una mayor producción de mucílago.

- Asegúrate de que el sustrato tenga un buen drenaje y no se compacte con el tiempo. Esto previene problemas como la proliferación de hongos o el deterioro de las raíces.

- En primavera, revisa el estado general del sustrato y realiza un trasplante si está compactado.